Autores: Stephenie Meyer, Meg Cabot, Kim Harrison, Michele Jaffe y Lauren Myracle
Editorial: Alfaguara
Páginas: 303
ISBN: 978-607-11-0103-7
Opinión Personal:Stephenie Meyer vuelve antes de lo que pensabas, acompañada de cuatro extraordinarias autoras de best-sellers internacionales: Meg Cabot, Kim Harrison, Michele Jaffe y Lauren Myracle.Cinco historias de amor y seducción sacudidas por lo sobrenatural. Vampiros exterminadores, ángeles contra demonios…. todo tipo de seres fantásticos que se aliarán en ese volumen paa convertrur los bailes de fin de cursos en algo… inolvidable.
¡Y vaya que estoy en el infierno! Es que hace mucho calor para pensar e intentar recordar. Honestamente, no recuerdo cuál de los cinco relatos es el mejor. Es más, cuando leo los títulos no puedo recordar muy bien qué sucedió en cada uno de ellos y eso, mis queridos imaginaturianos, es algo malo. ¿Para mi memoria o para el libro? Eso no lo sé, pero si no han quedado registrados en mi memoria es por algo… y no es precisamente porque me hayan encantado.
Eso sí, los que más recuerdo son “El ramillete” y “El infierno en la tierra”. En el primero, la protagonista me fastidió en momentitos, con sus ansias de ser amada por su mejor amigo, pero a pesar de eso terminó agradándome. En el segundo, me gustó que la historia no fuese tan sencilla y que resultara incluso un poquito confusa. Bueno, fue confusa para mí. Desafortunadamente, aparte de esos dos relatos, no puedo recordar otros con claridad.
Así que en general, puedo decirles que la lectura de ésta recopilación de relatos fue solo entretenida, para gastar un poco de tiempo. No los detesté, porque si ese fuese el caso, estaría despotricando ahora, pero tampoco me han encantado, así que ni fu ni fa.
¿Quizá soy muy exigente con los relatos? No lo sé, pero es que la esperanza de encontrar unos buenísimos hincha mi corazoncito y cuando ya he leído los libros, pues nada más no me dejan contenta.
—Una campesina francesa le echó un maleficio —afirmó Madame Z con un tono de voz indescifrable. Daba la impresión de que algo lo obligaba a pronunciar las palabras sin que ella quisiera hacerlo. O al revés: a lo mejor sí quería contarlo pero trataba de resistirse—.Quería demostrar que el amor verdadero va de la mano del destino, y que cualquiera que intente interferir se expone a un riesgo que debe asumir.El ramillete, Lauren Myracle