I do not miss childhood, but I miss the way I took pleasure in small things, even as greater things crumbled. I could not control the world I was in, could not walk away from things or people or moments that hurt, but I found joy in the things that made me happy.
i. Decidí leerlo en inglés.
Las ofertas hay que aprovecharlas, así que compré The ocean at the end of the lane en bookdepository porque acá en México me iba a salir al doble. No sé si no estoy preparada para la prosa de Gaiman en su idioma original o si es que no llego a este nivel de inglés o qué fue lo que ocurrió, pero en numerosas ocasiones me encontré leyendo y leyendo sin entender nada, pensando en otras cosas; después pasé a la fase de dormir cada vez que tomaba este libro y leer líneas enteras un sinnúmero de veces tratando de comprender. Por último, decidí regresarme capítulos atrás para entender todo.Una vez hecho esto, hablé seriamente conmigo misma y me propuse terminar la novelita porque sí.
Algunas personas mencionan que esta historia pertenece al realismo mágico; yo también lo creo, porque parece que la historia va a tratar de la vida normal y rutinaria y de pronto aparece un monstruo que quiere destruirte. Pero el problema que he tenido en mi vida con esta corriente, lo cual es verdaderamente poco porque este es el tercer libro de realismo mágico que leo, es que me desespera que los autores no me expliquen con detalles y que omitan muchas cosas sobre cómo ocurre la magia y lo extraordinario en la novela. Así que este es un punto no tan favorable.