¡Hola!
Hoy vengo a chacharear sobre algo que se ha metido dentro de mi ser desde el 2014 y que no ha podido dejarme en paz:
un proyecto de escritura del que debe nacer una obra con 50, 000 palabras, hecha en un mes. Sí, tal cual: un mes. Treinta días enteros para escribir, setecientas veinte horas... Suponiendo, claro, que no duermas ni comas, que ni siquiera te levantes al baño ni te duches. Por ahí dicen que si uno se queda esperando el momento oportuno y a tener la agenda libre, jamás se hacen las cosas; es como querer ser feliz y esperar a obtener algo (un trabajo, un coche, un libro) para serlo. ¡Así que a escribir!
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*INTERNALLY SCREAMING* |
NaNoWriMo viene de las siglas
National November Writing Month, es decir, "Noviembre, mes nacional de escritura". Vamos, que esto hace mucho que dejó de ser nacional y se convirtió en una bomba mundial para escritores. ¿Qué tenemos que hacer para participar? Solo inscribirnos a la página (
nanowrimo.org) y registrar nuestra obra; allí tendremos acceso al conteo de palabras, subiendo nosotros el número y podemos recibir consejos de otros escritores y participar en diversos foros además de hacernos best friends for life de otros autores.
En lo personal, tiendo a escribir fanfictions con sencillez. No es que los haga al ahí-se-va; los planeo, investigo todo lo que necesite y de paso les hago una playlist. Los fics me resultan sencillos de escribir porque no tengo esa presión de querer encantar a mi lector o tiendo a meter ridiculeces y drama sin sentirme muy culpable. Sin embargo, cuando escribo novelas originales tengo muchos problemas: escribo hacia dónde quiero llegar con la historia, construyo mis personajes tanto como puedo y ya que comienzo a escribir, pufffff, pierdo el norte. No me gusta mi inicio, siento que es aburrido; regreso y cambio la primera cuartilla o algún nombre o escenario y hnnnnng, termino desbaratando todo y procrastinando hasta que las ideas no tienen manera de salir de mi mente y plasmarse en papel.