Reseña: iBoy - Kevin Brooks

Título original: iBoy
Autor: Kevin Brooks
Páginas: 256 páginas
Editorial: Destino
ISBN: 978-607-07-0798-8

Hasta el día del ataque, Tom Harvey fue un chico ordinario de 16 años. Pero una aparatosa colisión le cambió la vida para siempre. Ahora él es distinto, una persona totalmente nueva. Ahora tiene extraordinarios poderes que le permiten modificar el destino de las personas. Ahora él es iBoy.

Tom tiene piezas de un iPhone alojadas en su cerebro y puede ver mucho más de lo que cualquier ser humano podría imaginar. Como si el teléfono le hubiera cedido sus capacidades cibernéticas, Tom está permanentemente conectado a la red y es capaz de interceptar e-mails y SMS, hackear cuentas de bancos, hacer búsquedas exhaustivas en Internet, grabar videos, tomar fotografías... ¡con tan solo pensarlo!

Aun con sus nuevas capacidades, Tom no puede, por más que intenta, eliminar el día del ataque ni las terribles consecuencias que ha generado. La gente que más quiere ha sido lastimada, y él se debate entre saciar su sed de venganza con la ayuda de sus nuevos poderes o cruzarse de brazos y mantenerse callado.

Opinión Personal:
Al comenzar iBoy, me repetí incontables veces que no debía esperar mucho, por aquello de que generalmente creo expectativas altísimas y termino moribunda al llevarme tremenda decepción. En esta ocasión, funcionó bastante. Por eso mismo, de entrada, les digo que no esperen el libro del año, sino uno de esos que son bastante buenos para las lecturas ligeras, pero que vale la pena leer.

Ahora, ¿por qué me gusto? Ante todo, qué personaje tan bonito tiene como protagonista. Tom Harvey,  de dieciséis años, va a visitar a su amiga Lucy, cuando de pronto alguien (porque no logra identificar quién es) le lanza un iPhone. ¡Un iPhone! El objeto le abre la cabeza, dejándolo inconsciente y provocando que unas cuantas piezas se incrusten en su cerebro. Y ahora, todo él y su vida cambiarán.

Hay que resaltar que Tom es un personaje sencillo, es el narrado de su propia historia y no busca contarla con un lenguaje súper complejo. Y miren que Tom sí podría hacer uso de palabras así, pues los fragmentos del iPhone que le han quedado dentro de la cabeza le han proporcionado poderes (como obtener señal,  acceder a Google, tomar fotos y videos, WiFi, dar cargas eléctricas y muchas otras cosas más), además de la cirugía y unas dos semanas en coma. Así que Tom de pronto se encuentra con éste montonal de poderes dentro de su cabeza y poco a poco, comienza a experimentar y conocerse más. Mientras tanto, se entera de que su amiga Lucy y el hermano de ella, Ben, fueron agredidos la misma tarde en la que él fue atacado con el iPhone. Por supuesto, Tom no se puede quedar con los brazos cruzados y ahí es donde comienza verdaderamente la historia. Como dice el Tío Ben, en Spiderman: “un gran poder conlleva una gran responsabilidad”. Si tienes poderes y puedes hacer justicia, ¿lo harías o no? Pues Tom dice que él puede hacer justicia por su propia cuenta, castigar a quienes lastimaron a Lucy y también, componer el mundo de una buena vez. Lo que me enamoró de él fue su humanidad, la sencillez y el cariño que siente por su familia y amigos.

 Pasando a otros detalles (porque me estoy derritiendo de amor por Tom), no hay muchos personajes en el libro y Tom no profundiza en ellos, lo cual me parece bien, porque en caso contrario, podría ser que la narración resultara más pesada. Las conversaciones son muy sencillas y reales, nada construidas ni forzadas. Algo que no pienso pasar por alto, es que en éste libro el mundo de las pandillas está muy cerca de Tom, por lo que sí hay muchas referencias a acciones violentas que algunos chicos cometen. Yo no había leído un libro sobre pandillas anteriormente, así que no sé si Kevin Brooks lo hace realista o no. Estoy perdida en ése aspecto.

Un detalle super chuli, es que en cada capítulo hay una frase relacionada al contenido, lo que a mí me hizo flipar. Y bueno, aunque no hace una reflexión profunda, lo correcto e incorrecto de las acciones humanas siempre está presente. Atrocidades como las violaciones, los asaltos y demás actos violentos también están dentro de la historia. No hay cosas color de rosa y Tom no es un chico débil que te fastidie. Al final, muestra otra faceta de sí mismo que no pensé que pudiese llegar a tener.

En conclusión: es un libro agradable. 

No sabía por qué.

Por alguna razón, la risa me hizo sentir sumamente triste, entonces dejé de reír y comencé a llorar, a sollozar sin control. Las lágrimas salían de mí como un río, como las lágrimas de un niño asustado.

No quería morir.

Pero tampoco quería vivir.