Título Original: The Sign of Four
Autor: Sir Arthur Conan Doyle
Páginas: 129
Opinión Personal:
Una cosa fue leer Estudio en Escarlata y otra, sumergirme en el misterio de El signo de los Cuatro. Me apasioné más, de eso no hay duda. Sí, quizá al principio como que no lograba engancharme, e hice una pausa gigantesca porque me dio la crisis literaria de fin de año y ya no pude leer hasta el final. Eso sí, la pasión de John Watson para narrar tan complejo caso no pasó desapercibida. Después de semanas y semanas sin leer, me armé con cariño a los personajes y deboré una página tras otra.
Mary Morstan, una chica adorable y hermosa, acude al famoso detective Sherlock Holmes para averiguar quién le ha mandado una notita, citándola a media noche en un lugar desconocido. Pero no se asusten como Mary, porque le dejan ir acompañada de dos amigos confiables, así que Holmes y Watson se ponen guapetones y ¡van al rescate! Ehrrr, quizá no al rescate, pero sí van a meterse en líos ligeros. Y Holmes está feliz de encontrar un caso un tanto especial, con enigmas que ya ha resuelto casi completamente en un abrir y cerrar de ojos, y con preguntas recién creadas y detalles y respuestas escondidas que aún no encuentra, traiciones y avaricia, y demás.
No les voy a contar más del caso, pues si lo hago, no sería tan emocionante ir descubriendo, como Watson, todo el misterio. Y es que este caso me gusta más que el de Estudio en Escarlata, porque es más profundo, porque los personajes tienen historias que contar y cuentas que saldar. Además, se nota como la amistad entre Watson y Holmes ha crecido después de algunos añitos, la pasión y admiración del doctor sigue en crecimiento, aunque en esta ocasión sus ojos presten atención a la señorita Morstan. Pues sí, John Watson resultó ser enamoradizo hasta el tuétano, con una miradita y una sonrisa ya confiesa su amor y ¡eso no lo puedo pasar por alto! Me habría gustado que Sherlock le hubiese dado un par de golpes, para que despertara de tal ensoñación. Estoy bromeando, estoy brome... ¡Es que no lo puedo superar! Como dice Elsa (de Frozen) "no te puedes casar con alguien a quien acabas de conocer".
Me sacudiré la frustración. Y me iré a leer más aventuras de Sherlock Holmes porque estos libritos realmente me están sorprendiendo un montón. Me pregunto por qué no los leí antes, pero quizá de haberlo hecho, no me habrían gustado tanto como ahora.