¿Cómo va su domingo? ¡Espero que bien! Yo me he estado sintiendo bastante mal, así que decidí no hacer absolutamente nada que implique cumplir con mis obligaciones de mujer adultescente. Y tampoco quise estrujarme el cerebro pensando sobre qué escribir, así que decidí abrir esta pequeñita sección en la que les contaré mis aventuras a través del mundo y de la vida.
En septiembre del 2018, me mudé de Veracruz a Mérida, Yucatán. Y aunque siempre me quejé de que en mi ciudad no habían cosas muy bonitas para ver y hacer, la extraño mucho. A veces, es tan dolorosa la añoranza que tengo de estar en aquella ciudad pequeñita, recorrer sus calles y visitar un parque en particular que me encanta porque está cubierto de árboles, que me pongo a llorar. Y por supuesto, también, porque extraño mucho a mi familia.
Sin embargo, eso no me ha impedido el sorprenderme con la belleza de la ciudad en la que actualmente vivo. Y por ello es que he decido compartir con ustedes un poquito de ella a través de fotografías.
Así que hoy, en esta primera edición de aventuras bananásticas, les traigo algunas fotos de edificios bonitos.