Cuando supe que este libro iba de cartas y especialmente que estaban dedicadas a figuras que ya habían fallecido, pensé que iba a ser la clase de libro que me trae cacheteando por las banquetas. Lo que yo no esperaba, a pesar de tuviesen el mismo formato de cartas, era que me recordara tanto a Las ventajas de ser invisible . La diferencia es que Las ventajas... me enamoró y Cartas de amor a los muertos solo fue una novela torelable que no dejó demasiada huella. No me causó felicidad ni tristeza.
Laurel comienza a escribir cartas dirigidas a ídolos muertos porque es una actividad de la escuela. Así que ya podrán esperar, de entrada, que esta chica cuente casi todo lo que ocurre en su vida, sea relevante o no; también, contará algunas cosas que ocurrieron en el pasado y que la llevaron a vivir como lo hace en la actualidad. Su hermana mayor, May, murió; previamente a la muerte de May, sus padres se separaron, pero la ausencia de May detonó todo y ahora la mamá de Laurel se ha largado a California, muy lejos de ella. Al ser May la hija mayor, funcionaba como pegamento para mantenerlos unidos y también, era la compañera perfecta para Laurel y su ejemplo a seguir. Obviamente, al morir May, Laurel comienza a deprimirse y se encuentra en un estado de shock del que no puede salir, al menos en los días posteriores. Ya cuando comienza la novela, May dice bien que no puede hablar sobre todo, que guarda un secreto en el que May está implicada de cierta manera. Ahí fue donde yo empecé a mosquearme, porque recordé todo lo que Charlie (de Las ventajas...) había vivido y las cosas que no podía quería recordar.
Entiendo que perder a alguien que es cercano a ti te marque de por vida, sí. Entiendo que ver morir a alguien te deje una huella de por vida y que no puedas evitar recordar cosas o el momento en que esa persona se fue de esta Tierra en los siguientes meses. Pero lo que a mi me angustió y fastidió, fue que analizando la novela de principio a fin, absolutamente todo es sobre May. Pensé que Laurel empezaría hablando sobre su hermana y que, poco a poco, superaría su muerte y a la mitad del libro, la tendría experimentando una vida mejor. No sé, me gusta creer en eso, que las cosas van mejorando. En resumidas cuentas, sentí que Laurel daba vueltas en el mismo lugar, aunque tuviese experiencias nuevas. Ningún personaje secundario dejó huella en la trama ni en mí.