17.2.14

La voz molesta

A quien corresponda:

Año nuevo, metas nuevas. Este año quiero ir con todo, al menos en cuanto a lecturas, actualizaciones del blog y escritura se refiere. El desafío de 50 libros debo yo completar, OH SI. Así que el mismito primero de Enero me di a la tarea de leer, porque durante todo el mes pasado solo estuve jugueteando con los libros, sin deborar nada. Vergüenza debería tener, pero no la tengo. Tuve una crisis literaria, digámosle así. Y me escudo en ello. Pero como se cree que el nuevo año se debe empezar con el pie derecho (si eres zurdo, con el izquierdo; si eres bidiestro, con el que te plazca, mira que lo tienes más fácil) pues me puse a darle, a tragarme las letras, a madrugar hasta las cuatro de la mañana, cuando los gallos ya se empezaban a remover.

Y creerás que todo iba bien, porque el libro que leía me estaba gustando bastante y estaba tan emocionada que no podía dejar de leer; las ojeras y mis siestas larguísimas en la tarde lo comprueban. Y no, no, no, NO. La cosa no iba del todo bien, porque una noche, ya pasadas las doce campanadas, escuché una voz. ¡Una voz! Una, que creí perdida desde hacía más de un mes (pues cómo no, si no leía libros). La voz criticona, la voz molesta, esa que susurra "ni te hagas ilusiones, porque ésta protagonista tiene aires de Mary sue" o cosas peores como "debes odiarlo porque es la misma cantaleta que te has leído desde hace años, desde que leíste Crepúsculo y Hushi, Hushi y Eternidad y Medianoche y Éxodo". ¡Esa cabroncita voz que hace comparaciones y que no te deja leer a gusto! Desgraciada, a veces la odio.

En fin, que me puse a discutir con ella por cuestión del libro, que hasta ese momento era bueno. Sí, la voz tenía razón. Algunas cosas ya las había leído antes y otras cosas eran parecidas, pero yo quería tener un romance con el libro y la muy muy, la voz, no dejaba de parlotear. Me esforcé mucho para hacerla callar y medio la mandé a una cueva y le dije con voz de Smeagol "LEAVE NOW AND NEVER COME BACK". Funcionó por ratos; pues qué, ni Smeagol logró correr a Gollum para siempre. Ahora no sé cómo vaya a continuar la cosa porque aún no acabo el librito; eso sí, no importa el libro, la voz siempre se hace presente. Cuando los personajes y/o las historias son exquisitos, la voz habla con tonos dulzones, grita de emoción y demás. Si estoy leyendo un libro porque ya he visto su adaptación cinematográfica, la voz a veces dice "así no va en la peli y a mí realmente me gustó esa escena". La voz siempre tiene algo qué decir. Y no importa cuánto pelee con ella, siempre vuelve a mi lado.

En ocasiones, en tardes frías y melancólicas, me pregunto si, de no tener a esa voz molesta y criticona en mi mente, me habrían gustado y encantado muchos libros. Y lo peor de todo el asunto, es que yo soy esa voz (pero la llamo Poop, por ser tan c*gada).

¿Y tú, tienes una voz molesta y parecida? Dime el secreto para callarla ^^

Se despide, atolondrada y confundida,
Ana.

11.2.14

Reseña: The Goddess Test #1 - Aimee Carter

Autor: Aimee Carter
Idioma: Inglés
Editorial: Harlequin Teen
Páginas: 304

Kate y su madre siempre han sido inseparables, pero ahora su madre se está muriendo a causa de un cáncer terminal. Su último deseo es regresar al lugar donde vivió su infancia, de modo que Kate debe comenzar una nueva vida en un pequeño pueblo con la esperanza de que su madre llegue a pasar junto a ella unas navidades más.
Cuando parecía que todo estaba perdido, Kate conoce a Henry y es testigo de cómo éste resucita a una joven de entre los muertos. Henry afirma ser Hades, Dios del Inframundo, y hace un pacto con Kate, si ella es capaz de superar las siete pruebas del Consejo y sustituir a Perséfone como reina del Inframundo, él mantendrá a su madre con vida…

Opinión Personal:

La sinópsis me hipnotizó, debo decir. Estas ondas de la muerte me llaman la atención, así que a la mención de Hades no dudé en ponerme a leer el librito.

Kate Winters es una chica de dieciocho que solía vivir en Nueva York, y deja esa ciudad tan movida para conceder la última voluntad de su madre, quien padece cáncer y a quien los días le quedan contaditos. A pesar de tener años y años para hacerse la idea de que algún día su madre va a morir, Kate no puede ni quiere decir adiós. Y así es como ya tenemos la típica historia de la chica nueva que se muda (a Edén) y que conoce a un chico no-popular (llamado James); también atrae miradas, incluso la del chico super popular y rete-buenote de la escuela. Por supuesto que la novia de ese chico (Ava) no está feliz; celosa y mentirosa, logra hacer que Kate la acompañe a una fiesta cerca de la mansión Edén. Y ahí es donde la cosa se complica y Henry (Hades) demuestra que es bueno salvando vidas, uniendo y cortando los hilos de la vida y la muerte. Kate sabe que tiene una posibilidad, pequeña y tentadora, de salvar a su madre. Y no duda en desaprovecharla.

Sé que mi resumen y mi expresión pueden dar a entender que es una historia un poco parecida a otras, pero la verdad es que hay algo hipnótico al inicio que me hacía leer hasta tarde, deseando saber cómo se solucionaría la situación. No quiero entrar en detalles, pues ya he hablado suficiente. Y es que hay muchos detalles de los que quiero charlar, porque son los que me han dejado un sabor agridulce; y a la vez, no quiero, porque podría arruinarles la lectura.

Al final, Kate me agrada y desagrada. Se toma las cosas demasiado bien. Está feliz por todas las mentiras que descubre, en su lugar, yo no le hablaría a nadie y me largaría ante la menor oportunidad para planear unos cuantos asesinatos. La relación entre ella y el susodicho Henry crece a una velocidad increíble, quizá porque ambos han sido solitarios y tienen un trato hecho. Eso como que me disgustó un poquito, porque se dice que Kate se enamora pero no se muestra qué es lo que la hace sentirse de tal forma. Los otros personajes me fastidiaron un poquito (bastante) y el descenlace me hizo chillar de emoción y frustración al mismo tiempo. Algunas de mis sospechas iniciales se confirmaron en los últimos capítulos y lo que adiviné unas páginas antes de que ocurriera fue lo más ridículo del asunto.

Ya sé, estoy volviendo a parlotear cínicamente sobre una novela que a pesar de resultarme un poco repetida y predecible, me gustó. Sí, es increíblemente cierto: Me gustó.

Y aunque la sinopsis del segundo libro no me resulta tan atrayente, estoy planeando leerlo muy prontico.

3.2.14

Música al libro (5): The maze runner - Run, boy, run!

¡Hola, imaginaturianos!

Hoy es festivo en México. #partyhard Aunque para mí es festivo siempre, porque no trabajo -se revuelca de dolor- y como tengo un pretexto para quedarme en casa con la familia, pues he decidido traerles esta entrada (de una sección que ya tenía muy olvidada). Hoy vengo a ponerle un soundtrack al libro de The Maze Runner, aprovechando que la película se acerca con cada minuto que pasa y que muchos andan loquitos por la historia. A mi me gustó bastante, pero no he podido continuar con los demás libros. Y tampoco es que me esté muriendo por hacerlo. No, qué va. De hecho, como que me gusta torturarme y no leerlos todos de un tiro. Quizá espere a ver la película antes de continuar con el segundo.
 
Bueno, por si no conocen este librito, les cuento, más o menos, de qué va:
 
Thomas se despierta en un lugar sin saber cómo llegó allí ni quién es. Solo sabe su nombre. Y pasa que, los demás chicos que lo sacan de un viejo y herrumbrado elevador, pasan por lo mismo. Es como si les hubiesen lavado el cerebro o algo así. No, de hecho, creo que es mucho peor, porque además de no recordar nada, tienen que correr para salvar sus pellejos. ¡Pues sí! Hay un laberinto oscuro y gigantesco en el que abundan unas criaturas malvadas que quieren acabar con los muchachos... y los muchachos, especial Thomas, tienen que correr. 
¡ C O R R E R !
 
Si yo estuviese allí, no duraría ni tres minutos. Así de sencillo; afortunadamente no lo estoy. Y desde la comodidad de mi casa les dejo el videíto de la canción "Run boy run" de Woodkid.
 
La primera vez que escuché esta canción, quise saber su nombre y tenerla conmigo para siempre. La escuché en un comercial de SEARS, un comercial en el que salen unas chicas con alitas de plumas y medias desnudas. La letra y el comercial no tenían nada que ver, pero la canción me pareció magnífica. Imaginen mi sorpresa cuando voy dándome cuenta que la letra y el ritmo podían adherirse a la perfección a una historia como la de Maze Runner... en mi opinión. Quizá a alguien de ustedes le parezca cero compatible. ¡A mí me encanta el ritmo! Corre, chico, corre, están tratando de atraparte. Corre, chico, corre, el sol te guiará. Corre, chico, corre, escapa de la sociedad.
 
Y no es que les importe, pero cuando escucho esta canción, me siento muy badass. A mí me encanta, como canción y como soundtrack. ¿Y a ustedes?
 
Fastidien a la cajita de comentarios, ¡el blog quiere alimento!
 
Ciao, literigatitos.