Buenaaaas a todos.
Quiero desearles unas bonitas y felices fiestas y la mejor vibra pa' el próximo año. Fuerza y valentía para afrontar más cuarentena, así es.
Me dio mucha nostalgia por tiempos pasados y decidí volver a venir a este lugarcito que siempre consigue hacer hinchar mi corazoncito. Así que sin más rollo, les dejo una reseñita. Ante todo, una disculpa porque en una de las entradas anteriores, me equivoqué y terminé diciendo que esta novela era de Sally Green y causé que algunos corazones lectores se alborotaran. ¡Perdón!
Compré Tinder porque me llenó el ojo con unas ilustraciones preciosas realizadas por David Roberts. Cuando lo hojeé en la librería, me enamoré por completo de la gama de colores y esa aura tan lúgubre que transmitía. Además, estaba en oferta, así que no pude dejar pasar la oportunidad. El problema fue que la crisis lectora me dio cuando iba por la mitad y nada más no pude continuarlo. No fue porque no me gustara, sino porque sentía que no le estaba dando el mérito y el amor que se merecía. Así que lo abandoné por meses y hasta hace unas semanas, me decidí a volverlo a comenzar y disfrutar como era debido. Y vaya que fue la mejor decisión que pude haber tomado.
Inspirado en El yesquero, de Hans Christian Andersen, Tinder cuenta la historia de Otto Hundebiss, un soldado con un trágico pasado que se encuentra en una situación completamente peliaguda. En la primera página, Otto contempla a la muerte y la ve recoger las almas de todos los soldados y civiles caídos en una escena de guerra.
Aferrándose a la vida, logra desafiar a la muerte y sobrevivir. Al despertar, se encuentra con un ente mitad bestia, mitad humano, que le entrega cinco dados mágicos que le indicarán hacia dónde viajar. Antes de dejarlo solo, el ente mitad bestia, mitad huamano, le asegura que sólo al enamorarse, Otto podrá llegar a su propio reino u hogar.
A partir de ese encuentro, Otto se encuentra tratando de sobrevivir en un bosque que no parece tener fin, sin tener comida ni refugio seguro. Por las noches, se escuchan los sonidos de bestias enormes y los aullidos de lobos hambrientos. La suerte de Otto cambia cuando se topa con Safire, una chica de cabellos como el fuego que irradia calidez para Otto. Sin saber por qué, ambos se acompañan durante una noche y encuentran una manera de refugiarse en el otro. Y pues sí, hay instalove.
Otto ahora tiene un propósito: encontrar a Safire de nuevo para estar con ella y ser felices por siempre. Así que emprende un viaje en el que se encontrará con una bruja malvada, a quien llama Lady of the Nail, ya que su principal característica es que tiene la uña de su pulgar demasiado larga y curva. En un castillo tenebroso al que entra buscando refugio y alimentos, Lady of the Nail retiene a Otto hasta que cumpla uno de sus deseos. A partir de ahí, el mundo de Otto se vuelve más siniestro, lleno de fantasmas y dolor.
Si contara más de lo que sucede, estaría ya describiendo toda la historia. Por lo que investigué y leí, este retelling es bastante similar a la historia de Hans Andersen, así que si ya lo han leído pueden averiguar sobre qué va. Desde la portada, sabemos que habrán lobos y si echamos un vistazo a las ilustraciones, podremos corroborarlo.
En definitiva, lo que me gustó de esta corta novela fueron los elementos mágicos, sin demasiada explicación del por qué están ahí, y el aura oscura que siempre rodeó a su personaje. En cierto momento, me encontré pensando en Katniss con su estrés post-traumático, porque precisamente, Otto sufre de lo mismo. Me da la impresión que Otto es más susceptible a la magia oscura precisamente por todo el dolor que guarda dentro de sí y del cual, desafortunadamente, no se puede deshacer. Safire, su amada, parece ser el único remedio que le ayuda a sobrellevar los estragos causados por la guerra.
Lo único que no me convenció tanto fue prescisamente el instalove que se dio entre Otto y Safire, aunque logro comprender que las condiciones en las que se toparon los hicieron llegar a esta situación. Casi casi que estaba escrito en el destino que se amarían al primer vistazo.
Destaco las ilustrasiones que complementan a la perfección la historia y sobretodo, el final. ¡Vaya final! De esos que termino y amando al mismo tiempo, esos que me hacen gritar "¡Nooooo!" porque simplemente no puedo creer que esto termine aquí. Creo que, de alguna manera, si bien no es brillante por sí mismo, se ha logrado hacer un huequito en mis mejores lecturas de este año.
Recomendado y aprobado por su amiga Ana Banana.