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29.7.14

Reseña: Fijación - Lissa D'Angelo

Autor: Lissa D'Angelo
Páginas: 259
La línea trazada entre lo bueno y lo aceptable se encuentra al alcance de un beso, y eso Sebastián Bute lo sabe muy bien, puesto que se encuentra inexorablemente obsesionado con Sofie, su ahijada que apenas alcanza la edad de 15 años.
Él tendrá que debatir entre seguir lo que le dicta su conciencia u obedecer al corazón. Pero cuando secretos de su pasado salgan a relucir, Sebastián tendrá que enfrentarse a un obstáculo incluso peor que las barreras de la edad.

Opinión Personal:

¡Cuidado, hay despotrique! Continúe con precaución
"Fijación" me gustó mucho más que el primer libro que leí de D'Angelo. A "Sin Historial" le di una estrellita y a éste, le di dos. ¿Y qué significa eso? Pues que me dejó muy meh meh meh. No estuvo tan mal…
Definitivamente, la idea se me clavó a lamente. Eso de "hombre en los treintay tantos" + "chica adolescente" + "amor prohibido" me agradó. No sé, a mí también me gustan algunos actores maduritos… Y Sebastián también es medio actor, ¿saben? Porque aunque él dice ser muy duro y todo un galán, está lleno de heridas y traumas. ¡Pues claro! Estereotipo masculino. (Sí, yo también he escrito a algunos personajes así) Sebastián tiene sexo con muchas mujeres, aunque últimamente solo puede pensar en su ahijada: Sofie. Para joderlo más, él amaba a la madre de Sofie. ¡Hasta perdió su virginidad con ella cuando eran adolescentes! Y sí, ella fue quien lo convirtió en el hombre mujeriego que es, porque le rompió el corazón. La cosa está en que Sebastián es muy inmaduro para tener treinta y tantos años… Sofie parece ser más madura que él, incluso… Bueno, siempre y cuando la comparemos con sus padres y su padrino, porque en realidad todos esos adultos hacen y dicen cosas sin pensar demasiado en las consecuencias.
La idea iba bien. Todo iba lo suficientemente agradable hasta la mitad, cuando nada comenzó a ocurrir y el amor prohibido se consumó. Ya nada interesante pasaba, así que hubo un giro en la trama que encendió otra vez la historia. Después, otra vez quedo todo congelado. Sebastián fue infantil y todo, aunque no terminé odiándolo. Bueno, creo que el hecho de que lo imaginara como Tom Hiddleston fue un factor importante. Aunque eso es otra cuestión… Sofie, por otro lado, me pareció muy simple. No la odié, tampoco. Joder, ella parecía ser la única que pensaba un poquito. Los padres de Sofie y la tía Ada, tuvieron momentos importantes y realmente no fueron unas sabrosuras.
Creo que en esta ocasión, me gustó más lo que D’Angelo hizo. Definitivamente la forma de narrar me cautivo. No me sentí obligada a continuar leyendo. Fue principalmente interés, aunque por allá de las últimas cien páginas me desesperé un poquito. Ahora, lo que sí me molestó, porque soy muy quisquillosa con esos detalles, fue el hecho de que usara expresiones estadounidenses y luego otras latinas. También quiero saber por qué casi todos los nombres suenan castellanos (Sebastián, Sofía, Gregorio…), con acento y todo, si los apellidos son ingleses y la historia se desarrolla en Chicago. Luego está aquella confusión en la que se dice que cierto personaje va a dejar la ciudad (Chicago) y mudarse a Nueva York. Páginas después se dice que viajará a Chicago. ¡Pensé que ahí era donde vivía! Y más tarde se vuelve a decir que se mudará a Nueva York… Y luego otra vez a Chicago… y joder, todo fue confuso. Aparte está el giro en la trama que resultó ser un fiasco… Bueno, eso es más gusto personal que un comentario objetivo, ¡pero aun así!
Hablemos de errores de ortografía y puntuación. Es el segundo libro que leo de esta autora y no puedo creer que en el trabajo final hayan estos horrores (miren que no fueron tantos como en “Sin Historial”). Creo que se debe poner incluso aún más empeño en estos detalles que le dan presentación y seriedad al proyecto, para entregar una buena novela, cuando es un libro auto publicado. Vamos, somos gente que ama leer y aprendemos a escribir mejor día con día. Un error lo puede tener cualquiera, pero en serio, me habría encantado que hubiese más atención para la ortografía y los signos de puntuación. Están los diálogos precipitados, bombardeados uno tras otro. Ya ni sabía quién los decía, a veces ni les encontraba sentido.
El final. Lo sentí muy precipitado, muy final Disney… Y eso en cierta forma me molestó, porque la historia me resultaba atractiva y en el desenlace… ¡Expectativas abajo! La experiencia que me llevo con este libro es mejor que con el pasado, así que estoy pensando leer otras obras de esta autora porque me gustan sus ideas. De verdad, siento que son atractivas e innovadoras, aunque al momento de desarrollarlas no me agrada la historia del todo…
Es el tipo de libro que voy a olvidar.

21.5.14

Reseña: Sin Historial - Lissa D'Angelo

Autor: Lissa D'Angelo
Editorial: Seleer
Páginas: 241
Anaya Sonnenschein, tiene 24 horas para encontrar a su mejor amiga. Mil cuatrocientos cuarenta minutos para presentarse ante ella y ochenta y seis mil cuatrocientos segundos para destruir el régimen de La Grata, una sociedad perfecta construida sobre la falta de recuerdos, de pasado y de hombres.
En este viaje, Anaya descubrirá que las mentiras y engaños sí traen consecuencias, y aún cuando el reloj marque las doce y todas las mentes se formateen… ella seguirá recordando.

Opinión Personal:


Las palabras que presento a continuación son parte de mi más sincera opinión. Y ésta, se basa en mis gustos, en mi forma de ver las historias. Así que, si tienen una vena sensible a las críticas no tan positivas, por favor, absténganse de continuar.

Sé que escribir una novela no es algo sencillo. Se necesita dedicación y amor, cuando la obra está terminada equivale a esfuerzo, pasión y creatividad (la mayoría de las veces, creo), así que no pretendo ser grosera o cruel, porque sé reconocer que escribir y publicar requiere de mucho y de muchos.

Terminé "Sin Historial" por capricho, en vez de natural interés. Tuve dudas desde que comencé a leerla, muchísimas y quería respuestas. Me gustó mucho la idea de no tener recuerdos, de que la memoria se borrara cada 24 horas. Entre eso y los buenos comentarios que leí en algunas reseñas, mis expectativas se alzaron lo suficiente como para obtener un buen golpe en la cabeza cuando cayeron. Así, literal... Pueden imaginar a mis expectativas sobre mí y de pronto, ¡prrraaaaaam! Casi casi había pajaritos al rededor de mí.

En el universo distópico (quizá utópico) de esta novela, la mujer es lo mejor  en la vida. Se le venera y aprecia. Su gobernante es una mujer, su deidad es una virgen. Las chicas solo conocen a chicas y van a un colegio donde solo hay mujeres. En su comunidad no hay ningún hombre, porque esas criaturas son bestias que solo buscan el placer, que someten a la mujer bajo sus encantos para dominarlas y herirlas... Ah, pero eso no es todo. Algo ha cambiado en estas mujeres, porque ellas han perdido la facultad de recordar. Cada 24 horas, o mejor dicho, después de despertar, han olvidado casi todo... Solo pueden acceder a la información básica: quiénes son, en dónde están, por qué, quiénes son las personas que conocen, etc. La vida es pacífica porque la mujer gobierna y la paz que la mujer irradia es genuina.

Resulta que Anaya, nuestra protagonista, descubre algunas cosas no tan buenas  cuando su vida rutinaria deja de serlo; intenta llenarse de valor para salir al rescate de su mejor amiga (quien al principio de la historia, no tiene nada de amiga ni parecía caerle del todo bien), porque ella ha desaparecido o algo así. Su mejor amiga está embarazada, como les sucede a todas las mujeres cuando alcanzan cierta edad... Pero Anaya no puede aceptarlo por una razón. Y es entonces cuando tiene que salir de su mundo de confort para vivir en el bosque, toparse con un hombre (que resulta ser una serpiente) y con un gato al que se siente particularmente atraída (quien resulta ser un hombre). Anaya y su gato, Irah, emprenden un viaje que los une en el más puro amor —ay, ajá— y los lleva a descubrir secretos terribles, osea, la verdad.

Verán, el primer problema fue que ni los personajes ni la trama me agradaron del todo. Anaya, la protagonista, me desagradó desde que quiso ser la heroína cuando claramente no tenía madera para serlo. Pero eso lo acepté, quiero decir, no todos somos valientes y no toda historia debe tener a alguien así como protagonista. Lo malo es que me pareció muy sequita, sosa al punto en que gruñía y bufaba con cada página en la que aparecía y con cada comentario que hacía. Por una parte entendí el porqué se comportaba como tal. A la chica solo le enseñaron lo que les convenía, casi la forzaron a ser de cierta manera. Por otra parte, está Irah, el chico guapote, el héroe. No me dejó una buena impresión. Generalmente caigo rendida bajo los encantos de los chicos, pero no esta vez. Digo, Anaya era tan ingenua —por no decir otra cosa— que lo creía un gato. ¡UN GATO! Es una pena que no lo haya sido, sino Irah estaría en mi lista de literigatos del año.

El segundo problema fueron las lagunas gigantescas en la trama, lo que provocó, en mi opinión, que algunas cosas no me parecieran muy verosímiles. Necesitaba respuestas. Una parte de mí me dijo que no me hiciera ilusiones, pero yo soy de mente ilusionada y pensé que en algún punto tendría mucho de lo que esperaba. Quizá por eso, cuando las explicaciones llegaron, me sentí tremendamente decepcionada; quizá estoy concluyendo mal, pero algo me dijo que el punto clave de la trama fue escrito muy al viento, al ahí se va. El tercer problema, y último, fue el inesperado cambio de narración y la mezcla extraña de personajes a los que no les vi ni pies ni cabeza . No más, y eso que estoy pasando de largo los deslices de dedo y los errores de ortografía y redacción para no hacer tanto jaleo.

La idea me pareció agradable, innovadora. Esperaba mucho más. Así que en mi sistema de calificación, le di solo una estrellita, lo que significa: ¡mis ojos duelen! Pienso que Lissa D'Angelo pudo haber hecho algo más elaborado y no tan precipitado con una idea tan original y atractiva como esta; si tan solo le hubiese dado más personalidad a sus personajes y acomodado mejor algunas cosas, podría haberme gustado.

"Pide perdón, da las gracias y ofrece un favor antes de que el día acabe."