"Para darle rienda suelta a la lengua."
Como ya algunos (fieles) lectores sabrán, hasta hace unos días estuve de visita familiar en la Ciudad de México. Pues bien, en uno de esos buenos días, mientras era arrastrada por mi tía y su amiga fuera de casa para otra larga y tediosa dosis de ‘shoping time de-emergencia’ (que surgió a raíz del susto que se llevaron al ver la escasa y para nada variada colección de ropa que mi maleta contenía), al dar solo unos cuantos pasos fuera de la casa, nos topamos con el vecino de mi tía (cuyo nombre no recuerdo, o desconozco), extranjero, que tenía una pinta así: un señor de la tercera edad, de tez blanca (y cabello también), buena salud, de sonrisa curiosa, mirada profunda, camisa a cuadros y lo más importante: una pila de amarillentos libros bajo el brazo (me parece que mencioné algo referente a esto en el reciente IMM). Bueno, para no alargarla, resulta que el señor venía de la biblioteca, a la cual se dirigió con la intención de hacer donaciones varias. Pero le salió el tiro por la culata, porque la biblioteca estaba cerrada (cosa que me indigna mucho, pero ya dejaremos esto para otra ocasión), y yo, claro, salí beneficiada; pues me llevé dos de sus tesoritos conmigo.
Al terminar el casual encuentro, la amiga de mi tía dijo algo como “Pero qué cultos son los extranjeros”, y a mí, pero claro, no me hizo ni gracia el chiste. “Disculpe, señora, pero el que usted haya decidido vivir a costa de la ignorancia, preocupada solo por lo material y las nuevas tendencias NO le da derecho a generalizar el asunto, oiga” estuve a punto de soltarle, pero me lo guardé, porque a mi si me han educado bien y me han enseñado a callarme el hocico. Y ahora, por eso, vengo a desahogarme aquí.
No se ustedes, pero yo ya estoy cansada de escuchar comentarios, si bien no iguales, enfocados mas o menos en el mismo sentido. Qué si nuestro país es una bola de salvajes brutos… qué si la gente ya no es como antes… qué si ya a nadie le interesa la cultura… y, el más sonado: qué si los jóvenes de hoy en día ya no leen (pero esto es harina de otro costal, así que ya hablaré de ello en otra ocasión).
Yo no se adonde es que quieren llegar haciendo este tipo de comentarios, esperan que les digamos, ‘si, razón tienes pa’ botar y regalar’, ¿o qué? ¿o es que a la gente le gusta recalcar y subrayar lo brutos que son? ¿les gusta decirse a sí mismos incultos ignorantes? Pues que lo hagan, si tanto les gusta, pero que no nos incluyan a nosotros en su bolita.
Creo yo, que deberían centrarse más en alimentar su cerebro, y no solo sus bolsillos. Y que antes de solamente ‘decir por decir’ deberían indagarse un poco. Por que cultos, los hay muchos, pero no creo que frecuentando el tipo de gente y lugares que les gusta frecuentar, vayan a darse cuenta de ello.
Indignadamente suya,
Centinela
*Estrenando sección en el blog (:
Chica, no te indignes.
ResponderBorrar¿Sabes? A la gente le gustan las cosas simples, sencillas, ¿ves? Maquillaje, tiendas, playa, cotilleos, esas cosas. Y no pasa nada, y no están ciegos, lo que pasa es que no miran y hablan.
Te digo yo, que vivo con gente así, que cuando lo dicen ni se han planteado la idea en la cabeza. Son comentarios, que se hacen y fuera.
Me gusta esta sección. Besico :*
¡¡Hola!!
ResponderBorrarLa gente adora generalizar y encasillar. Es un algo en la naturaleza humana, y no niego que yo misma he generalizado más de una vez con ciertos temas. Aún así, tienes toda la razón: Generalizar está muy, muy feo, y la mayoría de las veces, te equivocas cuando lo haces.
Besos.