¡Qué emoción! Jajaja... Debo confesarlo, al ser el integrante más nuevo del equipo Imaginatura, el ya clásico reto de Literigatos me tomó por sorpresa; ¿y es que cómo no hacerlo? El concepto es increíble, y al leer una obra maestra de la literatura contemporánea como lo es Perdida (Gone Girl) de Gillian Flynn, resulta una tarea fascinante esa de andar buscando de un lugar en otro a aquellos mininos cuadrúpedos y peludos.
En fin, doble felicidad el día de hoy, pues en esta ocasión me tomo un momento no para hablarles de cine, no señores (en esta vida hay tiempo para todo), sino para compartirles mi primer Literigato del año, pues en este 2015 me he enrolado en el Nivel Principiante del ya mencionado desafío, y aunque aún me falta mucho camino por recorrer, estoy seguro que el viaje será: ¡Legen-espéralo-dario! (Muy a lo Barney Stinson).
En fin, doble felicidad el día de hoy, pues en esta ocasión me tomo un momento no para hablarles de cine, no señores (en esta vida hay tiempo para todo), sino para compartirles mi primer Literigato del año, pues en este 2015 me he enrolado en el Nivel Principiante del ya mencionado desafío, y aunque aún me falta mucho camino por recorrer, estoy seguro que el viaje será: ¡Legen-espéralo-dario! (Muy a lo Barney Stinson).
Libro: Perdida (Gone Girl).
Autor: Gillian Flynn.
Nombre del literigato: Bleecker.
Nombres de los dueños: Nick y Amy Dunne.
Características del gato: Cariñoso, pero extremadamente estúpido.
Cachito con prueba: Estaba llegando a casa, consciente del ruido del motor del coche, cuando vi que, efectivamente, el gato estaba sobre los escalones de la entrada. Todavía fuera, veinte minutos después de la llamada de Carl. Aquello era raro. Amy adoraba al gato, el gato había sido desuñado, el gato no tenía permitido salir de casa, jamás de los jamases, porque el gato, Bleecker, era cariñoso pero extremadamente estúpido, y a pesar del chip implantado en algún lugar entre sus rollizos y peludos pliegues, Amy sabía que si alguna vez salía, nunca volvería a verlo. Encaminaría sus torpes pasos directo al Mississippi –didel-di-dum- y flotaría hasta llegar al golfo de México y las hambrientas fauces de un tiburón toro.Pero resultó que el gato ni siquiera era lo suficientemente inteligente como para ir más allá de los escalones. Bleecker aguardaba sentado al borde del porche, como un obeso pero orgulloso centinela, el recluta Esforzado.
¿Qué tal? Ya para terminar, déjenme decirles lo maravilloso que es este libro… ¡Y la película ni se diga! En fin, habiendo terminado el impreso, esta misma tarde me dispondré a bajar de iTunes la cinta y, por enésima vez, disfrutaré de lo que para mí es la mejor adaptación cinematográfica que ha realizado David Fincher en su vida… Claro, ahora comparando ambas versiones de la historia, como Dios manda.
¿Aún no sabes qué son los Literigatos?Dale clic al enlace de la sabiduría: Aquí.
Ohh yo también encontré mi primer gatito hace poco!
ResponderBorrarSuerte con encontrar más mininos ^^
Muchas gracias... ¡Y haber si el siguiente año los dos nos anotamos en el Nivel Legendario! ¿Te animas? Jajaja... Saludos y muchísimos días de lectura nos esperan; un beso... ;)
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