Resulta que a Centi como que le agarra la chiripiorca en estas fechas, de puritita emoción y mira, tuvo el descaro de hacer un podcast y todo. Se pasa, digo, me paso. Porque yo soy Centi, obvio. Pero me gusta hablar de mí como un ente externo, porque... ¿puedo? Y yasta.
En fin, que para balbuceo ya hay mucho en el podcast. Ahí se los dejo. Traten de no odiarme tanto, porfa.
Y ahora tengo que correr, porque hoy empecé exámenes y mira, yo aquí haciendo el tonto. Pero es que con tantos vampirillos y brujitas y lindas Catrinas correteando por todos lados, pos no se puede pensar en exámenes.
Silla.
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Venga, despotrica.