Reseña de cine | T r o l l s

Tengo muchas opiniones pendientes por compartir con ustedes, tanto de libros como de películas y un fandom en particular que anda con el hype más grande de los últimos tiempos. A ver si adivinan de quién hablo, ejem. En fin, que mientras me pongo manos a la obra y ordeno mis pensamientos, les dejo una opinión que escribí hace ya casi dos semanas.

Trolls de DreamWorks Animation es un espectáculo de comedia irreverente con música increíble. De los geniales creadores de SHREK, TROLLS es protagonizada por Anna Kendrick como Poppy, la líder optimista de Trolls, y su polo opuesto, Ramón, interpretado por Justin Timberlake. Juntos, este improbable par de trolls debe embarcarse en una aventura que les llevará mucho más allá del único mundo que han conocido.

pp- ya sé, no nos cuenta nada

Un mundo colorido me hace feliz
El sábado 12, quedamos con todos los compañeritos del trabajo que iríamos al cine un día de la semana. Entre que si veíamos Machos o La chica del tren, terminamos escogiendo Trolls porque fue la que más quedaba con nuestro horario de salida. Así pues, el pasado jueves nos lanzamos casi todos al cine en el bus escolar, wiiiii.

Tenía rato viendo la publicidad para la película y dije que iría a verla por el cariño a los monigotes. Solía tener uno de cabello azul o rosa, sigo sin recordar bien; además, al pelochillón le recordaba de Toy Story, so, debía ir a verla. Aunque no sea algo muy cuerdo, quería verla por toda esa explosión de color y brillantina que prometía. Fue una verdadera suerte que nos decidiéramos a verla, porque terminé encantadísima. 

Como mencioné antes, estaba muy interesada en la cuestión visual. Los colores brillantes enamoraron los ojos. Y lo mejor es que estos colores no se quedan solo en los escenarios, sino que los personajes también tienen gamas llamativas y pizpiretas. Obviamente, los cabellitos de los trolls y en especial, el cabello de Lady Brillantina, me hicieron patalear de la emoción. Y para complementar lo visual, la música. Una colección muy genial de clásicos y música moderna que, de no ser porque estás en un cine, probablemente te harían mover los pies o los deditos con el ritmo. 

En sí, la trama me parece bastante sencilla y muy llamativa, tanto para niños como adultos. Nos cuenta la historia del pueblo de los trolls, que siempre han sido muy vivarachos y felices. Pues con tanta fiesta, los encuentran unos seres llamados bergenos (los describiría como ogros), quienes son muy gruñones e infelices. Al comer a un troll, se percatan de que inesperada y mágicamente, se vuelven felices. Así es como se forja el trollsticio, la tradición anual en la que los bergenos comen trolls. Por fortuna, el Rey troll, logra hacer un plan para escapar, salvando a todas las criaturitas coloridas. Veinte años después, por una mega fiesta que organiza la princesa Poppy, una bergena encuentra su escondite y amenaza la paz que hasta entonces había reinado entre ellos. Después de que la bergena se lleve a sus amigos trolls, Poppy tiene que salir a su rescate. Ahí es donde entra Ramón, un troll en tonos de gris que es gruñón y muy infeliz. 

Los personajes son una pasada, me encantaron. Todos son muy graciosos y tiernos, en su propia forma. Realmente me la pasé riendo y tarareando durante toda la película. Además, claro, que el mensaje me pareció muy bonito y tierno: que la union hace la fuerza, que debemos amar a todas horas y que la felicidad depende de uno. Cuando uno de los bergenos se pregunta cómo es que serán felices ahora que ya no hay trolls para comer, comencé a olisquear el mensaje de la película: la felicidad no está en algo que puedas obtener. Porque después de que obtengas ese algo, vas a desear algo más. El sufrimiento viene del anhelo, dice el budismo. La felicidad está en nosotros, dicen los trolls. 

Yo intentaré quedarme con ese ultimo mensaje.

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