10.9.17

Reseña de Cine | Eso (It)

Eso (It)
Duración de 2 horas y 15 minutos
Protagonizada por Bill Skarsgård, Jaeden Lieberher, Sophia Lillis, Finn Wolfhard, Jeremy Ray Taylor, Jack Dylan Grazer, Wyatt Oleff, Chosen Jacobs
Dirigida por Andy Muschietti
El pueblo de Derry no es como cualquier otro, azotado por una ola de terror y muerte en forma de un terrorífico payaso llamado Pennywise, quien posee la habilidad de transformarse en aquello que más temes. Ambientada en los 80’s, un grupo de niños, el Club de los Perdedores, deberán hacerle frente a dicho personaje que los atormenta sin descanso, al mismo tiempo que su líder, Bill, busca desesperadamente a su pequeño hermano, Georgie, desaparecido meses atrás. Este grupo de inadaptados descubrirá que solos son blanco fácil para Pennywise, pero unidos, son capaces de derrotar lo que sea, incluso sus peores pesadillas.

¿Para qué empezar con rodeos? Eso (It) es mi película favorita en lo que va del año. Así es, al fin lograron bajar a Logan (la última encarnación de Hugh Jackman como Wolverine) del altar en que lo coloque a principios de 2017. Pero no crean que este filme de terror es sólo eso, una cinta con grandes sustos y un monstruo que persigue a un grupo de niños montados en bicicletas, género que parece estar muy de moda después de Stranger Things, para nada; Eso (It) es una fiel adaptación de la icónica novela de Stephen King, con un elenco que funciona en su ensamble, más de uno o dos momentos perturbadores, increíble cinematografía, y sobre todo, que cuenta con un par de elementos inesperados en el género: comedia subida de tono y un enorme corazón.

Pero antes de avanzar con la reseña, vayamos 27 años atrás, a la primera aparición de Pennywise en pantalla; el encargado de interpretarlo fue Tim Curry, quien algunos recordarán por ser enemigo declarado de Kevin McCallister en Mi pobre angelito 2: Perdido en Nueva York (1992), pero la gran mayoría por aquella miniserie para televisión que dejó a más de uno traumado con los payasos, y me incluyo en la lista de afectados. Hasta hace poco todavía evitaba cruzarme con cualquier recordatorio de su legendaria actuación, ya fueran imágenes por Internet, la portada del DVD en Blockbusters o inesperados comerciales de Canal 5. Qué decir por las noches, cuando era impensable dirigir mi vista hacia la luna, pues temía que el rostro de aquel ser apareciera, tal como en una escena de la producción.
Actualmente con 23 años de edad, puedo anunciarlo con orgullo: superé uno de mis temores más grandes de la infancia; después de ver la nueva reinterpretación del material de King, quedé absolutamente fascinado con la historia, su mitología y profundidad. Porque Eso (It) es mucho más que un payaso caníbal, es la esencia misma del miedo. Pero vayamos por partes, pues algo me dice que este texto se alargará más de lo normal…

El Club de los Perdedores se conforma por caras relativamente desconocidas, salvo por Finn Wolfhard (un nombre increíble para trabajar en Hollywood), a quien hemos visto como Mike Wheeler en Stranger Things, pero que en esta ocasión logra separarse del rol que lo llevó a la fama como Richie, siendo el comic relief por sus atinados chistes sobre medidas de pene y con cuantas mujeres ha dormido, incluyendo a la mamá de alguno de sus amigos.

Con respecto a Jaeden Lieberher, da vida a Bill, cabeza del grupo y responsable de mover la historia hacia el enfrentamiento con Pennywise, todo con la esperanza de rescatar a su hermano menor, Georgie; por supuesto que todos recuerdan la emblemática escena del barquito de papel, el impermeable amarillo y la terrible decisión del niño al asomarse al drenaje (Todos flotamos aquí abajo). Este actor nos involucra en su búsqueda, hace que nos importe desde los primeros minutos de la cinta, y le creemos la determinación y valor que muestra, pues sin dar mayor SPOILER, no en vano su rostro es la primera y última toma del largometraje.
Siguiendo con el club, Chosen Jacobs es Mike, cuyo mayor miedo es la muerte de sus padres en un incendio, y a quien en lo personal me hubiera agradado conocer más, pues resulta el integrante con menos tiempo en pantalla; también está Jack Dylan Grazer como Eddie, hipocondríaco gracias a su nada agradable madre, que junto con Richie forman un excelente dúo cómico, a veces involuntario. Su marcada y repetitiva forma de ser llega casi al hartazgo, pero por fortuna hay un giro en su personalidad que si bien no es del todo creíble por su inmediatez, sí es bien recibido. Por su parte, Wyatt Oleff interpreta a Stanley, cuya pesadilla recurrente involucra su religión judía y atravesar el Bar Mitzvah, reflejado en la pintura de una mujer tocando la flauta.

Finalmente, Jeremy Ray Taylor es el pequeño y dulce Ben, miembro del club con quien me identifiqué de inmediato, y la clase de niño a quien no le deseas ningún mal, pero sabes que en los próximos minutos se enfrentará con Bullies psicópatas y payasos bailarines. A través de él se expone la terrible maldición en el pueblo de Derry, así como la noción del primer amor, junto con el personaje de Beverly, gracias a la que para mí es la revelación del filme, la joven actriz Sophia Lillis; quizá la más madura y fuerte de los Perdedores, pero también con la vida más difícil y el temor más complejo (resumido en una toma de ella en un solitario pasillo de farmacia, comprando tampones por primera vez), pues además de ser marginada en la escuela y tener reputación de cualquiera, su padre es claramente un pervertido. Temas complejos que a la vez Lillis aborda de una manera casi inspiradora, gracias al apoyo de sus amigos.
Ahora vayamos con la estrella del show, Pennywise. El encargado de llenar los zapatos dejados por Curry fue Bill Skarsgård. El Club de los Perdedores, en entrevista con Entertainment Weekly, confesó sentirse impactado y bastante incómodo al filmar escenas junto al payaso, pues su apariencia medieval y amigable fue llevada magistralmente por el actor, al punto de causarles pesadillas. Su mirada y voz, por encima de la caracterización, en su mayoría con efectos prácticos, agrega un matiz infantil al personaje, con la sensación de que dicho ser ha existido en Derry desde hace varios años. En mi opinión, sólo dos escenas durante la cinta me provocaron saltar de mi asiento, pero en general la aparición de Pennywise a cuadro resulta contraria a lo que esperaba; no quieres tapar tus ojos y no ver lo que ocurrirá, sino que es casi hipnotizante apreciar a Skarsgård adueñarse del papel.

Pasando a la cinematografía y al director, Andrés Muschietti tiene un estilo similar a su colega, David F. Sandberg (Lights Out), dado que cada momento de terror no se limita a provocar una reacción breve del público, sino que es tratada más como una secuencia completa, llena de acción pero con tomas largas y que cortan al momento justo, dejando que veamos y apreciemos lo logrado. Sumado a lo dicho, el ambiente del pueblo y sus habitantes es lúgubre, sucio y deprimente, con paletas de color opacas y diálogos que sinceramente provocan más temor que cierto payaso; presten atención a la referencia de Clark Kent & Lois Lane.

Otro punto a su favor es la música; desde sus trailers y spots (que vale mencionar, rompieron récords en YouTube), las composiciones escuchadas son irritantes y ansiosas, muy ad hoc con el género que se aborda. También en la película podemos escucharlas, con cada inesperada aparición de Pennywise, o hasta en el cambio de tono con los Perdedores, donde las melodías son más armónicas y nostálgicas, como queriendo recordarte aquellas tardes con tus amigos, jugando futbol o videojuegos, sin otra preocupación en la vida más que sacar buenas notas.
En conclusión: Eso (It) es un filme con corazón; vemos a un puñado de inadaptados que batallan con problemas tan comunes como ser molestados por abusivos, convivir con adultos indiferentes a sus temores y reflejar los mismos en figuras tan simples como un vagabundo con enfermedades o una inundación de sangre, pero que de pronto todo mejora cuando la familia que escogiste está ahí, contigo, ayudándote a salir de las pesadillas y probando que juntos son más fuertes, la clásica batalla del bien contra el mal…

Para terminar, me gustaría expresar mis expectativas sobre el futuro de la historia, pues lo que diré a continuación no cuenta como SPOILER, siendo que el material se basa en una novela ¡de hace más de 30 años! Al final de este capítulo uno, se muestra a los amigos del club tomando caminos separados, pero prometiendo reunirse en 27 años, si el terror en forma de payaso regresa a Derry; con Beverly asegurando al grupo que sus versiones adultas estarían de nuevo en la guarida de Pennywise, sólo nos queda especular qué actores protagonizarán la ahora esperadísima segunda entrega. ¿A quiénes querrían los Perdedores en sus papeles casi tres décadas después?

Finn Wolfhard a Bill Hader, Sophia Lillis a Jessica Chastain, Chosen Jacobs a Chadwick Boseman, Jack Dylan Grazer a Jake Gyllenhaal, Wyatt Oleff a Joseph Gordon-Levitt, Jeremy Ray Taylor a Chris Pratt y Jaeden Lieberher a Christian Bale.
De acuerdo con todas las elecciones, y espero que puntos tan importantes en la novela como la tortuga, el macrouniverso y demás temas sumamente extraños y filosóficos estén presentes, pues esta historia tiene el potencial necesario para convertirse en una de las mejores tramas de terror que hemos presenciado en años.

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