Mostrando las entradas con la etiqueta John Green. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta John Green. Mostrar todas las entradas

11.5.19

Adquisiciones | A que no puedes comprar solo uno

He llegado a la conclusión de que los libros son como las papitas: no puedes comprar solo uno. Si te dejas llevar, terminas comprando un montón, hasta que la pila se vuelve demasiado alta y termina por derrumbarse y tú, como el apasionado de las letras que eres, continúas adquiriendo y adquiriendo, llenando toda la estancia de historias, sin poder parar. 

Y como lo comenté anteriormente, al mudarme de ciudad solo traje algunos libros, y por ello he estado comprando libros para volver a formar mi biblioteca personal. Algo que disfruto mucho de estar en Mérida, es que acá hay más opciones para comprar libros de segunda mano, cosa que me encanta, porque además de ser baratos, tienden a esconder secretos. Bueno, a mí me encanta pensar en las manos que los sostuvieron antes. Lo cual me lleva a estar aquí, en este momento, para mostrarles todas las nuevas preciosuras que son parte de mi colección.


Andaba danzando por la plaza cuando me topé con una tiendita llamada Redicom, que es una disquería muy bonita y vintage, con discos de vinil super cutes, películas en dvd y vhs todas preciosas que me pegan justo en la melancolía. Y en una de esas, encontré libritos de segunda mano y pensé: De aquí soy.

21.7.14

Reseña: Buscando a Alaska - John Green

Título Original: Looking for Alaska
Autor: John Green
Editorial: Castillo
Páginas: 317
Cansado de su aburrida existencia, Miles, de 16 años, se muda a un colegio internado para ir en busca de lo que el poeta Rabelais llamó el “Gran quizá”. Ahí, su recién descubierta libertad y una enigmática chica, Alaska, lo lanzan de lleno a la vida. Pero cuando Miles siente que está por alcanzar su objetivo, una tragedia inesperada amenaza con arrebatárselo.

Opinión Personal:

Cuando comencé a leerlo, no estaba bien. Y por lo mismo, creo que no me enganché lo suficiente con la historia. Días y días pasaron, hasta que me comprometí a continuarlo. Ya fue por la mitad cuando sentí que Buscando a Alaska iba a ser un libro diferente. ¿De una forma buena o mala? Pues no lo sabía. Me dio miedo, porque después de digerir Bajo la Misma Estrella (libro del mismo autor), me percaté de que el final de esa novela no me gustaba del todo y que estaba enojada un poquito con John Green. Bueno, sigo estándolo. El punto es que temía que pasara lo mismo con esta historia porque realmente me estaba gustando, algo dentro de mí estaba haciendo clic clic clic con los personajes, la historia, los diálogos… Había algo especial y si se arruinaba iba a enfurecerme demasiado. Así que pospuse la lectura, porque muy valiente no soy. Fue hasta hace unos días que me di a la tarea de terminarlo, de enfrentar mis temores. Y realmente fue algo muy bueno. Temo profundizar un poco, pero tengo que hacerlo. No voy a dar spoilers.

Miles es un chico que se ha encerrado en su propio mundo de confort: no tiene muchos amigos, tampoco ha pasado más allá de la primera base con las chicas y definitivamente no cuenta con anécdotas locas para contar. Cuando se muda a un internado importante en Alabama, nuestro protagonista (a quien apodan Gordo) va en busca de su Gran quizá; allí encuentra amigos geniales y diferentes: el Coronel, Takumi, Lara y Alaska Young. Miles al fin comienza a experimentar cosas nuevas. ¡Alcohol, cigarros y fiestas! Aprende poesía, además de las últimas palabras de personas famosas, y también hace travesuras con sus amigos. El detalle es que Gordo comienza a enamorarse de Alaska Young, quiere vivir un romance con ella… Al fin, todo está tomando el rumbo que desea, al fin está experimentando su Gran quizá, entonces la vida le da el recordatorio de que no todo es perfecto.

Lo que me gustó mucho de Buscando a Alaska, es que en realidad no hay romance ni muchísimo drama. La historia es acerca de descubrirse a sí mismo. Miles lo hace a través de Alaska y de sus amigos, crece y reflexiona gracias a ellos, entiende las cosas por lo que les ha ocurrido a todos. John Green hizo algo que me encantó: dividir la historia de Miles en un antes y un después, porque a lo mejor no nos damos cuenta, pero en nuestras vidas también hemos tenido un punto así. Un punto detonante que nos hizo cambiar. La forma en que John contó esta novela me gustó: su narración es ligerita, amena. Hasta me encontré pensando: ojalá pudiese escribir de esta forma. ¡Y los personajes! Dije que al principio me costó mucho engancharme, y es que Alaska Young no era del todo agradable para mí. Afortunadamente, conforme fui avanzando, me percaté de que su impredecible personalidad la hace muy real. De poco en poco, fui entendiéndola. Tiene un carácter agridulce, ni la amas ni la odias, aunque también es un poco imposible no amarla. Es como en la vida misma: hay personas así, que tienen momentos buenos y malos, los quieres y al mismo tiempo uh uh. Y luego están todas las cosas que hacen como amigos, las cosas que dicen, cómo se embriagan… No son un montón de adolescentes hablando de chismes, ellos simplemente se divierten y no cuestionan tanto las cosas, dicen lo que se les ocurre… Miles se descubre a sí mismo con ellos, aunque él esté un poquito ciego y solo pueda ver a Alaska.

Luego llega el después. Y aquí es donde viene lo que más me gusta. De lo que no puedo hablar demasiado. Solo quiero decir que me encantó más la reacción de estos personas que en Bajo la misma estrella, allá por el final cuando... Aquí sentí más realismo: rabia, tristeza, desesperación. John Green nos da dos grandes preguntas existenciales: ¿Cómo salir de este laberinto de sufrimiento? y ¿qué nos pasa cuando morimos? Me encontré amando el final, porque a veces las cosas pasan “derechito y rápido”, no hay punto en encontrar una razón ni en desmenuzar la vida, porque a veces nos sabemos ni entendemos mucho. John tocó mi vena existencial y aunque el libro no me encantó, puedo decir que me pareció bueno, por todo lo que ocurre después del después.

Llega un momento en que nos damos cuenta de que nuestros padres no pueden salvarse ellos mismos ni salvarnos a nosotros, que a todos los que navegan por el tiempo, tarde o temprano, la corriente los arrastra hacia el mar, y que en pocas palabras, todos nos vamos.

Ana vuelve a pensar otra vez

Han pasado algunos meses desde que leí Buscando a Alaska, y si no publiqué la reseña, fue porque le di vueltas y vueltas. ¿Saben qué? Viéndolo de esta nueva perspectiva, me dije: esto es la misma gata, pero revolcada. Siento que, de cierta forma, John repite la misma fórmula. ¿Por qué? Pues se los diré en una próxima entradam (que contendrá spoilers), porque la cosa va para largo...

17.8.12

Reseña: Bajo la misma estrella - John Green

Titulo Original: The Fault in our stars
Autor: John Green
Editorial: Nube de Tinta
Páginas: 304
ISBN: 978-841-559-401-7
Hazel acaba de cumplir 16 años. Y tiene cáncer. A pesar de que un tratamiento ha conseguido reducir su tumor de forma casi milagrosa, es una enferma terminal. Los médicos no pueden decirle cuánto tiempo le queda; sólo sabe que debe vivir pegada a un tanque de oxígeno y sometida a continuos tratamientos. Pero su vida da un verdadero vuelco cuando conoce a Gus Waters… Y os preguntaréis: ¿cómo puede cambiar una sola persona la historia de otra?

Opinión Personal:

Han pasado muchos días desde que terminé “Bajo la misma estrella”. ¿Y qué creen? Sigo pensando, pensando, pensando y llorando (al parecer, cada vez menos). Tengo sentimientos encontrados, no sólo por éste libro, sino por todos los de éste tipo. Pero, vamos, no tiene caso mentirles: Amo sufrir jodidamente, pensar que voy a morir y terminar boqueando sobre la cama como un pez fuera del agua, con las lágrimas escurriéndose y pensar: ¿Por qué sigo aquí? ¿Por qué sigo viviendo así y no disfruto verdaderamente de la vida?

Vamos, queridos imaginaturianos. La sinopsis lo dice todo: algo no va a ir bien. Y tienen un montón de reseñas que ponen a éste libro como una cosa preciosota de la que no pueden prescindir. Además, les aseguran que es un libro con el que se ríe y se llora. Bueno, pues yo sólo les diré que ¡me encantó! Nuevamente me fundí con los personajes y terminé pensando en ellos como si fuesen personas reales.

Ulliel es mi Augustus mental. 
La narrativa de Green es suavecita, ligerita. Nada nuevo. No es aburrido. Y le da voz a los personajes, Hazel, Augustus e Isaac son los más sobresalientes. Green les dio vida, literal. Chicos con cáncer que se acercan a vivir sus últimos días sin hacer cosas locas, simplemente disfrutando de cosas sencillas. Además,  los hizo atractivos a pesar de las circunstancias. (Lo digo porque, de estar en una situación así, yo sería esa clase de personaje lloricón. Tengo cáncer, me estoy muriendo. Ah, esperen… ¡ya soy así, lloricona!)

Es cierto todo aquello que se dice: es un libro muy bueno, digerible, bonito, que te hace reflexionar. Es casi seguro que pasarás un buen rato leyéndolo. Además, es citable a más no poder. De cada capítulo saqué una avalancha de citas que adoré.

Cabe mencionar que no es un libro que tenga al cáncer como tema principal, sino es más bien la muerte y los estragos que ocasiona a los miembros más allegados de la persona enferma. En este caso, no sé si es que la historia es realmente buena o si estoy cegada por los sentimientos que despertó en mí y por el hecho de que me enamoré de los personajes. De todas formas no es algo relevante, lo importante es que amemos los libros y los hagamos parte de nosotros, ¿no?

Así que sí, lo recomiendo mucho. Estoy abierta a leer otras obras de John Green, aunque crea ahogarme sin agua. 

No puedo decir cuán agradecida estoy por nuestro pequeño infinito. No lo comercializaría con el mundo. Me diste un para siempre dentro de los días contados y estoy agradecida.