Reseña: Rubí - Kerstin Gier

Titulo Original: Rubinrot. Liebe geht durch alle Zeiten
Autor: Kerstin Gier
Páginas: 368
Editorial: Montena
ISBN: 8484416666 

En casa de Gwendolyn Sheperd nada ni nadie es del todo “normal”, empezando por su excéntrica (¡y cotilla!) tía abuela Maddy, que tiene extrañas visiones, pasando por Lucy, que se escapó de casa hace 17 años sin dejar rastro alguno...

Y para acabar, también está Charlotte, su encantadora y (rabiosamente) perfecta prima, quien, según parece, ha heredado un extraño gen familiar que le permitirá viajar en el tiempo. Pero un increíble secreto está a punto de salir a la luz: la portadora del misterioso gen para viajar a través del tiempo no es Charlotte, ¡sino la propia Gwen! Ella es, en realidad, la duodécima (¡y la última!) viajera en el tiempo y se dice que cuando su sangre se una a la de los otros once viajeros, se cerrará el misterioso “Círculo de los doce”.

Para obtener más información, Gwen deberá viajar al pasado y por suerte o por desgracia, no lo hará sola: la acompañará el undécimo viajero en el tiempo, el arrogante, atractivo y sarcástico Gideon, con quien va a vivir algo más que una peligrosa carrera a través del tiempo…

Opinión Personal:

Sin muchas expectativas por el cielo, me sumí en el primer volumen de ésta saga que tiene opiniones positivas. No es que haya imaginado que fuese la cosa más chula del universo, por supuesto. Quizá eso influyó en mis emociones durante la lectura y al final, cuando me tomé esos minutos para reflexionar sobre toda esa letrica que comí durante dos días.

Como bien lo explica la sinopsis, toda la familia está esperando el momento en el que Charlotte haga su primer viaje. Los primeros síntomas ya los tiene, pero ella nada más no termina de cumplir las expectativas de todos porque… Oh, sorpresa, ¡ella no tiene el gen! Claro que no, sino, no habría historia que contar. Charlotte ha sido preparada por años para su primer salto en el tiempo, así que pueden esperarse a un personaje un poco pesadín. Pero allá donde Charlotte es tan seca –bueno, eso porque todo está contado desde el punto de vista de Gwen-, nuestra protagonista es bastante agradable, muy guay. Para empezar, Gwendolyn es una chica bastante relax y guay. Me encantó su forma de ser y reaccionar, que no tuviese tantos complejos de niña tonta o con baja autoestima y cayese rendida bajo los efectos de cualquier chico.

Conforme avanza la historia, Gwen comienza a introducir al resto de los personajes: los integrantes de su familia y su mejor amiga Leslie, que es bastante bomba porque es muchísimo más relax que Gwen y da un toque divertido a la historia, aun cuando no aparece demasiado. Además, es el tipo de amiga comprensiva, capaz de creerle a su mejor amiga cuando le cuenta que su familia tiene genes especiales para viajar en el tiempo. Vamos, que cualquier otro la hubiese tomado a loca (y sí que lo hacen, sus otros compañeros).

¿Adaptación?
¡neh, cómo crees!

Entonces, cuando sucede el primer salto de Gwen y ella decide, al fin, a contarle a su madre, la novela comienza a crecer en muchos aspectos. Aparecen nuevos personajes (que a mí me volaron el cerebro de tan interesantes que los encuentro) y la trama comienza a adquirir un poquitín más de acción. Ah, ah, ¡no crean que me olvido del chico guapito! Pues claro, es que al parecer ahora no pueden existir historias sin que contengan una pizquilla de amor. En éste caso, el chico roba-corazones y bastante guapito es Gideon. Pensé que me enamoraría más de él, pero no se hizo querer tanto. Pero vale, el chico no está tan mal… ¿Qué? Ando de cazadora de personajes guapos. Sí, definitivamente los personajes me embrujaron, a pesar de que no se les muestra demasiado.

Honestamente, no sé cómo ordenar todos mis pensamientos respecto a éste libro: el asunto de los viajeros en el tiempo me resultó muy mono y original (dado que no había leído ningún libro del tema). Pero… no me encantó. Y sin embargo, tampoco me resultó insoportable. Creo que tuvo el balance adecuado para que fuese un libro agradable.

Otra cosa que no solo pasa en éste libro sino en muchos otros: ¿por qué el amor se desarrolla tan rápido? ¡Se han conocido desde hace dos días y ya se están besando! Bueno, al menos el romance no resulta tan pegajoso… Y ahora mi mayor decepción: cuando he tenido un buen inicio y desarrollo, espero un buen desenlace. Generalmente hay un momento crucial, impactante, en el que toman lugar sucesos dramáticos, importantes y bastante dinámicos. Acá todo ocurrió demasiado rápido, de forma que no pude darle sentido a las últimas páginas. Definitivamente el final pudo haber sido muchísimo mejor.

Me detuve al ver a Gideon, que nos miraba con el gesto torcido, sentado a la mesa del centro de la habitación.

Mister De Villiers me empujó hacia delante.

—No fue nada serio —dijo—. Las relaciones amorosas entre los De Villiers y los Montrose no parecen contar con el favor de los hados. Podría decirse que están condenadas de antemano al fracaso.

—Creo que esta advertencia es totalmente innecesaria, tío —dijo Gideon cruzándose de brazos—. Definitivamente, ella no es mi tipo.

Con «ella» se refería a mí, pero tardé varios segundos en asimilar la ofensa. Mi primer impulso fue replicarle algo del estilo «A mí tampoco me van los tipos creídos» o «Vaya, qué alivio. De hecho, ya tengo novio. Uno con buenos modales». Pero al final me limité a cerrar la boca.

Muy bien. Yo no era su tipo. ¿Y qué? Pues nada.

La verdad es que me importaba un pimiento.