Reseña: Divergente - Veronica Roth

Título Original: Divergent
Autor: Veronica Roth
Saga: Divergente #1
Editorial: Molino
Páginas: 464

En el Chicago distópico de Beatrice Prior, la sociedad está dividida en cinco facciones, cada una de ellas dedicada a cultivar una virtud concreta: Verdad (los sinceros), Abnegación (los altruistas), Osadía (los valientes), Cordialidad (los pacíficos) y Erudición (los inteligentes). En una ceremonia anual, todos los chicos de dieciséis años deben decidir a qué facción dedicarán el resto de sus vidas. Beatrice tiene que elegir entre quedarse con su familia... y ser quien realmente es, no puede tener ambas cosas. Así que toma una decisión que sorprenderá a todo el mundo, incluida ella.

Durante el competitivo proceso de iniciación posterior, Beatrice decide pasar a llamarse Tris e intenta averiguar quiénes son sus verdaderos amigos, y dónde encaja en su vida, enamorarse de un chico que unas veces resulta fascinante y otras veces la exaspera. Sin embargo, Tris también tiene un secreto, un secreto que no ha contado a nadie para no poner su vida en peligro. Cuando descubre un conflicto que amenaza con desbaratar, en apariencia, la perfecta sociedad en la que vive, también averigua que su secreto podría ser la clave para salvar a los que ama o... para acabar muerta.

Opinión Personal:

Desde hace mucho tiempo pude notar que Divergente era uno de los libros más leídos del momento. Leí algunas reseñas: algunas lo ponían como bueno y en alguna que otra ocasión me encontré con comentarios un poco negativos. Luego vino el tráiler y me emocioné mucho al verlo. Parecía una buena historia. Así que me dije: Anita, es tiempo de leer Divergente.

Guau. Guau. Guau. ¡Personitas, creo que soy merecedora de un aplauso! Vale, vale, no tanto. Es que quiero hacer más alegre la reseña. No quiero que me lo tomen a mal, si es que son amantes de este libro y claro, divergentes. ¡Capaz que me matan o algo así! No, no quiero morir aún… Bueno, el punto es que no le encontré sentido a la división de la población. ¿En serio? ¡¿EN SERIO?! ¿Acaso hubo cambios en el gen o en los cerebros humanos para que una persona pueda ser completamente *inserte característica principal de la facción* en cualquier situación? ¿O acaso ya no somos humanos? ¿Qué ha cambiado? Ejemplos: 1) Esa ruleta está muy alta, pero soy intrepidez, no importa que esté cayéndose, de todos modos iré sin pensar si muero. 2)Oh, aquel hombre se está burlando de mí y me llama estirada, pero de mí solo nace amabilidad, así que le sonreiré y lo ayudaré en los problemas que tiene. Ay.

Eso fue lo primero que pensé. Creo que fui muy ruda con la historia y con Tris, pero… I regret nothing! Fue la única manera de sobrevivir a la protagonista y a su forma de narrar la historia; tuve que divertirme a expensas de eso, sino, iba a terminar odiando el libro. En ocasiones Tris me agradaba y entonces, hacía algo como reírse en un momento inadecuado o sentirse muy pequeñita y tener el síndrome Mary Sue; afortunadamente, fueron pocas ocasiones y normalmente pude tolerarla.

Conforme la historia fue avanzando, sentí que no había nada… Me sentí perdida. Permítanme hacer comparaciones, para explicarles porqué me sentí así. Al leer libros como HP y LJDH, supe que en algún momento de la historia el enfrentamiento con Voldemort o los esperados juegos tomarían lugar. Por el contrario, con Maze Runner no entendía ni sabía qué ocurría y sin embargo, tenía una ansiedad tremenda para continuar la historia. Dos ejemplos de lo que Divergente no logró hacer conmigo. No estaba segura de nada y no tenía muchas ganas de continuar leyendo, pero seguí porque aún tenía la esperanza de que mejorara.

Desafortunadamente, no fue así. Cuando iba por la mitad, aún cuestionaba la razón de ser de las facciones. Todo era entrenamiento, Cuatro, amigos, entrenamiento, entrenamiento, Cuatro está rebuenote y es bipolar, entrenamiento, Cuatro…

Sin embargo, continué. Y entonces llegaron los últimos capítulos y de pronto cayó una bomba sin que hubiese ningún aviso de guerra. Sentí que todo había sido un rellenito para llegar hasta ése punto en donde, claro está, la situación distópica comienza a cambiar. Para mí, todo el entrenamiento de los iniciados fue mero relleno; toda la palabrería de Tris fue lo que me aburrió.

Aún se me revuelven las tripas por no encontrar explicaciones, por no conocer cómo fue que la sociedad de Chicago llegó a dividir a su población en facciones, porqué ser Divergente es algo tan relevante y peligroso si, probablemente, muchas otras personas tampoco se comportan como sus facciones se los han dictado. Creo que eso es lo que más me disgusta de todo. O bueno, si tan solo Tris hubiese tenido más información, quizá me habría resultado una mejor lectura.

Aclaro, ejem, que esto es solo mi opinión. No estoy diciendo que el libro sea bueno o malo, es solo que a mí no me gustó. Ay, pero Caleb sí me agrada.