Reseña: Forbidden - Tabitha Suzuma

Idioma: Inglés
Autor: Tabitha Suzuma
Editorial: Simon Pulse
Páginas: 432

Ella es guapa y talentosa, está en los dulces dieciséis y jamás ha besado a nadie.

Él es guapo, tiene diecisiete y está al borde de un futuro brillante.

Y ahora se han enamorado.

Pero el único problema es… que son hermanos.

Lochan, de diecisiete años, y Maya, de dieciséis, siempre se han sentido más amigos que hermanos. Juntos han tenido que intervenir por su madre alcohólica y caprichosa para cuidar a sus tres hermanos menores. Como padres de facto de los más pequeños, Lochan y Maya han tenido que crecer rápido, y el estrés de sus vidas, y la forma en que se entienden tan completamente, también los ha acercado más de lo que estarían dos hermanos normalmente. Tan cerca, de hecho, que se han enamorado. Su romance clandestino florece rápidamente a un amor profundo y desesperado. Saben que su relación está mal y que posiblemente no puede continuar. Y aun así, no pueden detener lo que se siente tan increíblemente correcto.

Mientras la novela se inclina hacia un final explosivo y chocante, sólo una cosa es segura: un amor así de devastador no tiene final feliz.

¿Cómo algo tan malo puede sentirse tan bien?

Opinión Personal:

Durante muchas ocasiones me encontré con reseñas y comentarios sobre “Forbidden”; parecía ser un buen libro que trataba un tema tabú y que había hecho sufrir a muchos lectores. Sí, dolor… ¡Sufrimiento! Soy adicta a los libros que me hacen llorar. Ay. Así que prácticamente era una lectura obligatoria, teniendo todas esas opiniones y chillidos en las redes sociales.

La historia está contada a través de los puntos de vista de sus personajes protagonistas: Lochan y Maya. Cada quien es diferente y eso se hace notar en su forma de narrar y en la forma en que reaccionan a la difícil situación que viven. Porque ya saben, muchos personajes tienden a tener un pasado tormentoso y traumático; además, la relación entre ellos se basa en lo que han vivido desde que eran pequeños: el abandono de su padre, el alcoholismo de su madre y ahora, la responsabilidad de criar a sus hermanos menores. Supongo que la autora intenta justificar por qué dos hermanos se enamoran… porque después de todo, es algo que no está bien. O eso es lo que nos han dicho a muchos (si no es que a todos).

Lochan y Maya son agradables. Hay que resaltar que Maya no tiene complejo de Mary Sue, porque eso siempre se siente bien y aliviana la lectura. ¡No todos los días comienzas un libro con una chica que no tiene un crush con el primer tipo que se le atraviesa! Y Lochan, bueno… LOCHAN. Unos cuantos capítulos y ya lo había diagnosticado con un trastorno de ansiedad social. Sabía que ese chico era especial cuando se encontraba en multitudes, cuando se enfrentaba a situaciones no familiares… pero era muchísimo más especial cuando estaba con sus hermanos e intentaba ser el hombre de la casa. Sí, me sentí ligada a él por todo aquello de la ansiedad (él se muerde los labios y yo también). Ah, y no se puede olvidar que todo eso de cuidar a los niños está siempre presente en la historia: puedes sentir el cansancio en ambos personajes, el fastidio y también el esfuerzo y la dedicación para continuar manteniendo a su pequeña familia muy unida.

El resto de la historia y todo, me pareció lo suficientemente agradable para continuar leyendo un capítulo tras otro. Me volví adicta y desesperada, porque teniendo un tema como éste, es necesario llegar al final y saber qué sucede, cómo se resuelve el problema. Esperaba algo diferente del final; tenía esperanza de que por primera vez el incesto tuviese un final feliz, sin tanto drama, pero como les dije, ya sabía que se avecinaban algunas catástrofes… Y hubo catástrofes.

En conclusión: ¿cómo puede sentirse tan bien algo que dolió? Dolió poquito. Casi nada. Solo lloré como diez minutos. Y lo que tengo en el ojo no es una lágrima... Es que me ha entrado una rama del árbol que tengo plantado dentro de la casa.

“No es mucho, no es lo suficiente para llenar el gran vacío dentro de mí, pero es algo. Siempre es bueno ser elegido, siempre es bueno ser querido; incluso si es por la persona equivocada.”