Reseña de Cine | Un Don Excepcional

Un Don Excepcional

Duración de 101 minutos

Protagonizada por Chris Evans, Mckenna Grace, Octavia Spencer, Jenny Slate, Lindsay Duncan

Dirigida por Marc Webb

Mary Adler es una niña prodigio en las matemáticas; su tío Frank repara botes y cuida de ella. Todo cambia cuando el don de Mary es descubierto por su maestra de primaria, y con la llegada de Evelyn, su adinerada y estricta abuela. Pronto Frank se ve envuelto en una batalla legal por la custodia de su sobrina, y sólo una pregunta importa: ¿Qué clase de vida es la que Mary realmente merece?



Seguramente cuando han ido a ver una película les resulta familiar el logo Garantía Cinépolis; ¿pero qué significa? Con dicho sello se distingue y recomienda a los filmes que la popular cadena de cines tenga en cartelera, y que garanticen una experiencia disfrutable para todo público. Sabiendo lo anterior, llega Un Don Excepcional, protagonizada por Chris Evans y la genial Mckenna Grace. 

Dirigida por Marc Webb, la cinta es un grato regreso del cineasta al género que en definitiva le sienta mejor: proyectos de bajo presupuesto, independientes pero con un reparto atractivo, y llenos de corazón. Aquí nos encontramos con una historia que no sólo se siente y aprecia simple, sino que esa es una de sus fortalezas; en un verano lleno de Blockbusters y enormes espectáculos audiovisuales, Un Don Excepcional representa un respiro muy necesario de todo eso.

Con respecto al cast, Chris Evans, como siempre, hace gala de su talento natural, sin estar opacado por el icónico traje de Capitán América, y salvo por algunas escenas en que todavía le falta alcanzar esa emotividad que exige el contexto, su trabajo cumple y con creces. Junto a él está la ganadora al Oscar Octavia Spencer, con poco tiempo a cuadro, pero con la misma y brillante presencia a la que nos tiene acostumbrados; ah, y no puedo olvidarme de Jenny Slate como Bonnie, interés amoroso de Frank, cuya honestidad y carisma fueron tan buenos que su relación traspasó la pantalla grande hacia el mundo real.

Por último, y obviamente no menos importante, Mckenna Grace como la protagonista, Mary, que vale decirlo, en la función de prensa a la que asistí la nombraron como “la nueva Dakota Fanning”. Justo ella será la responsable de hacer que más de uno llore durante la proyección, pues lo mismo es verla sonreír, actuar como una sabelotodo e incluso mantener una química y nivel actoral a la par de figuras consagradas de Hollywood como Evans o Spencer, no hay duda que su carrera sólo puede ir hacia arriba.

Desde las típicas locaciones y ambientes de un pueblo estadounidense de clase media, hasta las actuaciones orgánicas de buena parte del elenco, se logra transmitir una sensación cálida y relacionable con el espectador. Aunque siendo honesto, también ayudó la evidente forma en que el filme fue hecho; con la técnica de shaky camera, o cámara en mano, las tomas se notan inestables, y en ocasiones esto puede distraer, a la par de sacarnos de la trama. Conforme avanza el tiempo dejamos de notarlo, y dicha característica puede tomarse de dos formas: como un experimento cinematográfico de Webb para dotar a la cinta de un tono diferente, más Indie, o sólo como un error de manufactura debido al bajo presupuesto; en lo personal, elijo la primera.

Proyectos como 500 días con ella y la próxima a estrenarse The Only Living Boy in New York demuestran lo que este director es capaz de lograr por su cuenta, sin tener que respetar un material ya establecido, como fue el caso de sus adaptaciones para SONY de The Amazing Spider-Man; aunque para mí, su trabajo en ambas entregas fue igual de bueno, contrario a la opinión de muchos.

Su Soundtrack es otro punto a destacar; la armonía de lo que vemos contra lo que oímos sólo resalta los sentimientos, empleando canciones como: The Wind, de Cat Stevens; Pretty Bird, de Crooked Still; y This Is How You Walk On, de Gary Lightbody y Johnny Mcdaid.

En conclusión: Un Don Excepcional es precisamente el mejor ejemplo que hay de lo que conlleva una Garantía Cinépolis; momentos que te harán reír, identificarte con los personajes, momentos que te harán llorar, y al final un muy buen sabor de boca cuando los créditos finales comiencen a correr; ¿y lo mejor de todo? ¡Qué es apta para todo público! En especial para todos aquellos con un buen corazón.