7.5.17

Reseña de Cine | T2 Trainspotting: La Vida en el Abismo

T2 Trainspotting: La Vida en el Abismo
Duración de 117 minutos
Protagonizada por Ewan McGregor, Jonny Lee Miller, Ewen Bremner y Robert Carlyle
Dirigida por Danny Boyle
Tras 20 años en el extranjero, Mark Renton regresa a Escocia y se reúne con sus viejos amigos, Sick Boy, Spud y Begbie.
En 1996 Danny Boyle nos presentó la historia de un grupo de amigos metidos en el mundo de las drogas, corriendo de aquí para allá por todo Edimburgo, siempre escogiendo vivir. Sin imaginarlo, este filme marcaría a toda una generación, convirtiéndose al instante en material de culto para sus seguidores. 20 años después, llega T2 Trainspotting: La Vida en el Abismo, bajo el manto del mismo director y reparto original. Pero ¿vale la pena esta segunda parte?
Antes de iniciar hay que aclarar un par de cosas; mi opinión contará con algunos SPOILERS de la primera película, y confieso que a diferencia de varios, yo no la había visto hasta hace un par de semanas. Esto último me alegra, porque en cuanto acabé no podía esperar la continuación; ese final en que Renton le roba el dinero a sus amigos después del negocio vendiendo drogas y escapa con una sonrisa queda tan abierto que me sorprende una segunda parte no haya ocurrido antes, mucho antes. 

Pero no sólo fue el cliffhanger motivo para revisitar esta historia, sino los personajes que conocimos; Renton, interpretado por Ewan McGregor, y por medio de él conocemos esa filosofía tan aplicable incluso en nuestros días, sin importar la cultura que nos rodee: “Escoge tu futuro, escoge vivir”. Sick Boy, mejor amigo de Renton, también adicto y con un gran talento para la estafa. Spud, ese comic relief tan involuntario, y sin duda el más noble del grupo. Finalmente está Begbie, interpretado por el actor Robert Carlyle (Rumpelstiltskin en la popular serie Once Upon a Time), el más peligroso y violento de todos.

En T2 Trainspotting: La Vida en el Abismo no hay un argumento necesariamente digno de contar, pero eso en nada demerita volver a ver al reparto principal, interesarte en ellos, personas que, de una forma u otra, siguen perdidas, y creo más de uno se identifica con eso. Es como reunirte con tus viejos amigos, visitar lugares que ya conocíamos y revisitar las vidas de los protagonistas. A lo largo del filme encontramos escenas de la anterior entrega, y aquí es donde el factor nostalgia es obvio; esta es una cinta que cualquiera puede entender e incluso disfrutar, pero claramente está hecha para verdaderos fans de la original, y de la filmografía de Danny Boyle, director de ambas.

En cuanto a la trama, esta convierte a Begbie en el villano central, y se desarrolla una especie de juego del gato y el ratón, dada la historia entre él y Renton, y cuando al fin ocurre ese reencuentro, créanme que no decepciona. También me da gusto decirles que todos esos momentos irreverentes, gráficos y hasta asquerosos vuelven en esta secuela, así como la manera tan particular de filmación y edición a la que Boyle nos acostumbró.

Ah, y además tenemos un cameo que en lo personal me decepcionó que se quedara sólo en eso: el de la actriz Kelly Macdonald como Diane, la primera pareja de Renton. En el trailer nos hacen pensar que tal vez veremos un poco más de ellos, y aunque no es el caso, fue un buen guiño para la audiencia tenerla de vuelta.

En esta ocasión se profundiza un par de relaciones importantes, la de Renton con Sick Boy y Spud. Del primero sabemos que es su mejor amigo, pero es hasta aquí cuando nos dan razones para creerlo, en particular con la escena de ambos dentro de un bar, robando tarjetas de crédito, y en general con cada una de sus interacciones.

Lo que respecta a Spud, por un instante creí que se convertiría en otro Tommy, el quinto amigo del grupo que muere tras una sobredosis en la cinta original. Afortunadamente esto no es así, y su personaje recibe un mejor tratamiento que en el pasado, conociendo más de él y claro, siendo nuestro favorito.

Mención aparte al soundtrack, cuyas canciones y score le dan fuerza a secuencias como Renton y Spud saliendo a correr, el enfrentamiento entre Renton y Begbie o la escena final y los créditos. Aquí también se nota la influencia de su primera parte, así como las nuevas propuestas, manteniendo esa atmósfera de los 90’s pero a la vez capturando la esencia y cambios de la música hoy en día.
En conclusión: T2 Trainspotting: La Vida en el Abismo es más de lo mismo, pero cuando eso mismo se refiere a un filme de culto, con personajes tan icónicos y queridos por los fans, no importa cuántas entregas más veamos, mientras involucren al mismo director y cast ahí estaremos, irónicamente, siendo adictos a gente adicta, pero siempre escogiendo nuestro futuro, escogiendo vivir. Aunque su distribución en México es limitada, ojalá existieran más proyectos como este, hechos con pasión y cariño para su público, sin importar que desde un punto comercial no tengan justificación.

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